Igual que en el caso del café y el vino, la diferencia entre disfrutar un té de alta calidad o “sufrir” uno de baja calidad puede ser abismal.
Incluso si como tealover experimentado has logrado dominar el arte de decantar y servir un buen té o te has comprado una tetera diseñada para lograr la mejor infusión, al final lo que determinará la calidad de tu bebida serán las hojas que estás usando.
¿Pero cómo saber si se está comprando o bebiendo un té superior o uno más del promedio?
Después de años de trabajar en este rubro, de conocer proveedores, cultivadores y regiones de origen y, sobre todo, de degustar variadísimas calidades, podemos decir que, para el consumidor de té, los indicadores de calidad de un buen té son los siguientes:
1- La reputación del fabricante:
Para los bebedores de té con experiencia, la marca o el nombre del productor por sí solos pueden ser suficientes para decidir comprar un té sobre otro. Sin embargo, para los recién llegados al té de alta calidad, elegir por marca puede ser casi imposible sin una investigación detallada. Puedes hacer una pequeña investigación preguntando en la tienda o por supuesto, vía Google, si la marca se especializa en tés, qué variedades tiene, si se encuentra en tiendas de calidad, etc.
Si es un fabricante que se dedica sólo a la producción de té, que menciona el origen del té que vas a comprar y cuyos productos están presentes en tiendas o casas de té de calidad, ya tienes un indicador de que harás una buena compra.
2- Lo que dicen las etiquetas:
Deberíamos leer las etiquetas de todo lo que compramos, o por lo menos, de lo que compramos por primera vez. Te aseguramos que muchos de los productos que consumes a diario tienen información bastante inquietante en sus etiquetas.
Más allá de si el envase es reciclable (que es un muy buen plus), lee las etiquetas para conocer fecha de vencimiento, dónde se fabrica, pero, sobre todo, cuáles son los ingredientes. Si el té tiene agregados como conservantes, endulzantes no naturales, etc. puedes descartarlo. El único agregado que te asegura la calidad de un buen té es la Stevia como endulzante natural.
3- El aspecto de las hojas de té o la mezcla:
Tanto si se trata de algún tipo de té como de una mezcla con especias, flores o frutas desecadas , el aspecto del contenido de la bolsita o las hebras sueltas te dirán mucho sobre la calidad de un buen té.
Abre una bolsita o toma una cucharada de la mezcla de té (si es en hojas) y espárcelo sobre la mesa. Si las hojas de té están bastante enteras, mejor. Mientras más rotas estén las hojas, el té será más amargo. Si adentro de la bolsita de té encuentras sólo polvo o pequeñísimas hojas, descártalo. Ten en cuenta que en el té negro a veces se deja un poco de este polvillo para darle el sabor fuerte característico.
Pero en general la regla es que mientras más largo es el pedazo de hoja, mejor es la calidad.
4- El color de las hojas:
Como las hojas de té se someten a distintos procesos para fabricar cada variedad (té blanco, verde, negro, oolong, rojo, negro, etc.), irán cambiando su color durante el proceso. Hay distintos componentes químicos naturales de la hoja que son los responsables de estos colores. Incluso las hojas tendrán distinto color según el lugar del cultivo. Por ejemplo, en el té verde puedes encontrar hojas de verde oscuro, claro, jade, verde amarillento, etc.
Es decir que el tono del color no es determinante para asegura la calidad de un buen té. Pero sí es signo de calidad su brillantez. Mientras más brillante sea el color de las hojas secas y húmedas y también del té ya preparado, mejor será la calidad.
Un té de alta calidad tiene un aspecto claro, brillante y fresco. Un té de baja calidad tiene colores opacos y parece diluido. En general, un color brillante significa sabor rico y un color más claro significa sabor ligero.
5- El aroma:
No importa de qué tipo sea, el té de alta calidad tendrá siempre un aroma distintivo. Si inhalas profundamente y sientes muy poco roma, es una señal de que el té es de baja calidad o es viejo. Por supuesto cada té tiene aroma distinto, pero una vez que lo pruebes, lo recordarás.
El té verde de buena calidad tiene aroma a hierba, y es ligero y fresco. El té negro debe oler a tierra, floral y dulce. Cuando las hojas o la bolsita de té se impregnan de agua, el té de buena calidad es profundamente aromático y amplifica el resto de los aromas que lo acompañan si se trata de una mezcla o infusión.
6- El sabor:
Obviamente este es el punto que nos interesa más, ya que si compramos un buen té es sobre todo para disfrutar de su sabor único.
Como nuestras papilas gustativas se agrupan en la lengua en diferentes zonas, es mejor degustar el té bebiéndolo lentamente. El centro de la lengua es la zona sensible a los sabores más ásperos, mientras que la punta es la que percibe los sabores más dulces.
Un té de buena calidad tendrá un sabor y una sensación en la boca fuertes y reconocibles. Bebe lentamente, permitiendo que el té pase sobre diferentes partes de la lengua; deberías poder notar diferentes notas de sabor y sensaciones propias de cada tipo de té.
Por ejemplo, el té verde de buena calidad se sentirá y tendrá un sabor suave y refrescante; mientras que el té negro tiene un sabor más intenso y profundo. Independientemente del tipo de té que estés bebiendo, un té excelente activará diferentes sensaciones de sabor en tu lengua mientras bebe.
Si te encuentras con un té con sabores que casi no se notan, o que son demasiado astringentes o artificiales, sin duda estás bebiendo té de baja calidad o envejecido.
Fuentes: