El aroma del jazmín es reconocido y disfrutado en todas partes del mundo. Sus flores blancas son consideradas místicas, tal vez porque se identifican con los países árabes (aunque provienen del Lejano Oriente) y en el lenguaje de las flores simbolizan la pureza y la gracia.
Justamente el nombre proviene del persa “Yasmin” que significa “fragancia” y los poetas le han dedicado sus mejores versos. Es que hay jazmines para todos los gustos, los más comunes y los más exquisitos, trepadores y en arbustos, los que pierden las hojas en invierno y los que no. Pero todos los verdaderos jazmines son blancos.
Como no podía ser de otra manera, fueron los chinos los que usaron algunas de las 200 especies de jazmín para decorar o aromatizar sus delicadas tazas de té.
Té de Jazmín: Propiedades
El té de jazmín se prepara agregando flores y hojas de jazmín al té verde o blanco. Esta combinación se hizo muy popular en la dinastía china Ming y las ilustraciones de sus porcelanas muestran escenas de la vida cotidiana que incluyen las tazas de té con sus flores blancas.
Su sabor es sutilmente dulce y es el té aromático más bebido en China. Se considera de buenos modales servir té de jazmín como gesto de bienvenida a los invitados.
Para preparar este té, además del té verde o blanco de base (aunque también se puede usar té oolong o negro) se utilizan 2 variedades de jazmín:
- El Jasminum officinalis o jazmín común que es la enredadera (foto superior) que puede llegar hasta los 6 metros de altura
- El Jasminum sambac o jazmín árabe, especialmente una variedad llamada “Gran duque de Toscana”, que es el arbusto utilizado comúnmente para adornar jardines.
El té de jazmín de buena calidad está perfumado con flores de jazmín frescas, mientras que las opciones asequibles están condimentadas con aceites de jazmín o extracto de jazmín. El resultado final produce un olor limpio y fragante, con un sabor dulce.
También se suelen variar las proporciones entre las hojas y las flores de jazmín usadas, o el uso de hojas más o menos jóvenes. Tanto flores como hojas se dejan secar en una habitación cálidas y después de pueden enrollar, cortar en hebras, mezclarse con el té de base (generalmente verde), presentarse en bolsitas de té o en “perlas”. Estas se suelen fabricar con dos partes de flores y una de hojas de jazmín y son muy atractivas para presentarlas junto a la taza de té.
Junto con el aroma y el sabor únicos, el té de jazmín tiene muchas cualidades beneficiosas que ayudan a reducir el estrés y el ataque al corazón y mejoran el sistema digestivo. Vamos a echarles un vistazo en detalle.
Beneficios del té de Jazmín
Como el té de jazmín es una mezcla de un té de base (verde, blanco, oolong, etc.) y la infusión de la flores y hojas del jazmín, las propiedades de esta bebida son una combinación de estas dos preparaciones.
Los beneficios del té verde o “té de la eterna juventud” son bien conocidos desde la antigüedad y los del té negro como fuente energética alternativa al café se imponen cada día más, pero ¿qué beneficios aporta la aromática planta de jazmín?
1- Ayuda a perder peso:
Todo el mundo está buscando combatir la obesidad y mejorar su salud bajando de peso y el té de jazmín puede ser un buen complemento para cualquier dieta como ayuda para adelgazar. Un estudio de 2012 publicado por la Universidad de Dalhousie, Canadá, reveló que las propiedades antioxidantes del té de jazmín ayudan a aumentar el metabolismo activo. Este aumento en la eficiencia metabólica hace que hacer ejercicio físico sea más efectivo y ayuda a que el organismo procese los nutrientes en forma más rápida.
2- Propiedades antioxidantes:
Quizás el aspecto más elogiado del té de jazmín es el alto nivel de antioxidantes en esta delicada y deliciosa bebida. Los antioxidantes más notables que se encuentran en el té de jazmín son las catequinas, del mismo tipo de las que contiene el té verde. Los antioxidantes trabajan en nuestro organismo, dentro y fuera de las células para detectar y destruir agentes dañinos (“radicales libres”) que se producen por envejecimiento natural, o por agentes externos como toxinas, virus, rayos ultravioletas, tabaco, etc. y que causan enfermedades y comprometen el sistema inmunológico.
3- Estimula el sistema inmunológico:
El té de jazmín ayuda a proteger el sistema inmunológico, ya que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Un estudio publicado en el Journal of Life Sciences reveló que el té verde de jazmín es una fuente rica de antioxidantes polifenoles naturales que incluyen principalmente epicatequina (EC) y galato de epicatequina (ECG). El sistema inmunológico es la primera línea de defensa contra todo tipo de enfermedades, por lo que reforzarlo es un beneficio directo para prevenir desde las infecciones más comunes y muchas formas de cáncer. Además, las enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis, tienen un efecto inmunosupresor, por lo que reforzar este sistema es más importante aún, así que beber té de jazmín regularmente ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y reduce el riesgo de complicaciones de estas enfermedades crónicas.
4- Protege la salud del corazón:
Para aquellos con antecedentes personales o familiares de problemas cardiovasculares, el té de jazmín puede ser de gran ayuda para prevenir más problemas. Un estudio en el Journal of Nutrition informa que las catequinas encontradas en el té de jazmín son un factor clave para evitar que aumente el colesterol LDL (o “colesterol malo” ) que es el que provoca que las paredes de las arterias se inflamen y endurezcan. Esta inflamación de las venas y arterias puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Las catequinas que se encuentran en el té de jazmín inhiben este proceso, por lo que disminuyen los niveles de colesterol y la presión arterial, y se pueden prevenir las amenazas a largo plazo como las enfermedades cardíacas.
5- Alivia el estrés:
Uno de los beneficios para la salud más poderosos y simples del té de jazmín se deriva de su delicioso aroma. El estado de ánimo depende en gran medida de lo que percibimos a través de los cinco sentidos y el té de jazmín funciona directamente en dos de esos sentidos para elevar el estado de ánimo y aumentar la relajación.
Los estudios han demostrado que los sentidos olfativos tienen una poderosa conexión con la relajación. El aroma perfumado del té de jazmín puede desencadenar una respuesta parasimpática, que libera sustancias químicas que ayudan al cuerpo a relajarse y descansar. Algunos estudios van un paso más allá al examinar los efectos sedantes de los aromas del té de jazmín, aunque los resultados no han sido concluyentes y continúan.
Naturalmente, el gusto es el segundo sentido dirigido por el té de jazmín. Los sabores dulces del jazmín inducen un estado relajado, mientras que el final fresco agrega una esencia vigorizante que puede animarte después de un largo día. Al tomar té de jazmín para aliviar el estrés, también se ve obligado a tomar unos minutos del día para reenfocarse y relajarse.
6- Beneficios para la piel:
Las flores de jazmín y los tés y aceites esenciales derivados de flores y hojas tienen propiedades antibacterianas y antioxidantes que logran que la piel se vea mejor. Mientras que los aceites de jazmín se pueden usar tópicamente en la piel para heridas y cicatrices, beber té de jazmín también puede ofrecer excelentes beneficios para la piel.
Los poderosos antioxidantes y polifenoles en el té de jazmín ayudan a postergar el proceso de envejecimiento al eliminar los radicales libres que causan arrugas y daños en la piel. Estos polifenoles también trabajan para igualar la pigmentación de la piel y minimizar las líneas finas. Para obtener los beneficios del té de jazmín para la piel, puedes consumir de 2 tazas por día o lavarte la cara con una taza de té frío de jazmín.
Fuentes: