9 Propiedades y Beneficios del té blanco

9 Propiedades y Beneficios del té blanco

El té blanco es una de las variedades de té más delicadas porque su procesamiento requiere condiciones muy controladas. Se obtiene de las hojas muy jóvenes del árbol de té (Camelia sinensis) y su producción es muy escasa, por lo que su costo es más alto. En este artículo te contamos más acerca de las características del té blanco y la diferencia con otros tés.

Debido a que las hojas de té blanco no sufren oxidación (o esta es mínima), el té blanco es el que contiene menor cantidad de cafeína, unos 15 mg por taza aproximadamente.

Por otro lado, es el té que tiene más catequinas y polifenoles, que son los responsables de grandes beneficios para la salud, como los que te mostraremos a continuación:

te blanco en hojas1. El té blanco es igual que los otros, pero distinto

Como el té blanco proviene tiene el mismo origen que todas las variedades de té puros (negro, verde, rojo, etc.) comparte las mismas propiedades debidas a las características propias de las hojas del árbol Camelia sinensis. Esto es: también es digestivo, antibacterial, hidratante y todas las propiedades propias del té.

Sin embargo, por su composición química, se parece mucho más al té verde que al blanco, siendo su característica principal la mayor cantidad de polifenoles y otros oxidantes, y la menor concentración de cafeína.

2. Es un poderoso antioxidante

Uno de los grandes beneficios del té es la alta concentración de anti oxidantes que poseen. El té blanco es justamente el que más alto nivel de catequinas y polifenoles presenta.

Los estudios sobre esta variedad de té no son tan frecuentes porque su consumo no está muy difundido, debido a su escasa y cara producción. Sin embargo sabemos que esta cualidad del té blanco le confiere una amplia gama de beneficios.

Los antioxidantes protegen el organismo de los radicales libres que se producen libremente por nuestro metabolismo y que ocasionan muchos procesos dañinos como dañar el ADN y el envejecimiento celular. Los antioxidantes nos protegen de varios de estos efectos, como la diabetes tipo II o el cáncer.

3. Una gran esperanza en la lucha contra el cáncer

Los antioxidantes siempre han sido recomendados como preventivos del cáncer. En el té blanco, un antioxidante en especial, el conocido como ECGC , es el componente que podría ser usado para el tratamiento del cáncer. Esta molécula también es un polifenol y es la “estrella” de los investigadores oncológicos. Uno de los estudios se plantea lograr que el paciente pueda tomar píldoras con ECGC y algún otro componente que lo transporte directamente a las jóvenes células cancerosas.

Mientras tanto, hay que conformarse con disfrutar de un rico té blanco para que nuestro aparato digestivo absorba estas beneficiosas moléculas.

4. El té blanco es antibacterial

Como ya mencionamos, las distintas variedades de té tienen un efecto desinfectante frente a varias bacterias, especialmente algunas patógenas que se encuentran en intestino y en piel o mucosas.

Otra vez, son los polifenoles los encargados de este efecto, y el té blanco es el que mayor concentración tiene. Esto es muy útil para combatir el mal aliento, debido a placas bacterianas dentales.

5. Regula el sistema inmune y la inflamación asociada

La sepsis (o choque) letal es una respuesta anormal del organismo ante una infección. El trastorno es muy grave porque los síntomas -que incluyen una baja en la presión arterial que conduce a choque séptico y fallo en los principales órganos, como riñones, hígado, pulmones y sistema nervioso central- se desarrollan rápidamente. La mitad de los pacientes afectados mueren.

En un nuevo estudio de laboratorio, Haichao Wang, PhD, del Instituto Feinstein de Investigación Médica, y sus colegas han estado estudiando los poderes terapéuticos de docenas de compuestos herbales chinos para revertir esta respuesta inmune fatal. Descubrieron que el té blanco, gracias al ECGC que contiene, pudo detener el proceso en ratones, haciendo que éstos se recuperaran. Parece que el té blanco inhibe que las células del sistema inmune se “híper-exciten” y que este descubrimiento podría ser la solución para muchos otros procesos como las alergias y las inflamaciones.

6. Ayuda a bajar de peso

Ya sabemos que todos los tés son muy buenos compañeros cuando se lleva adelante una dieta para adelgazar. Los tés son hidratantes y diuréticos, y como tales, eliminan toxinas de nuestro cuerpo incentivando el metabolismo. Pero el té blanco tiene un efecto muy interesante: produce saciedad. Esto es debido también al ECGC, que aumenta la producción  de Colecistoquinina (CCK) en el intestino y que es la responsable de hacernos sentir satisfechos luego de comer.

¡Aunque parezca un trabalenguas no lo es! Basta con saber que una taza de té blanco entre las comidas te hará sentir satisfecho y superar las crisis de toda dieta.

7. Protege la función cardíaca

Al igual que muchas frutas y vegetales saludables para el corazón, el té blanco tiene un alto contenido de flavonoides que ayudan a disminuir la hipertensión. Al reducir la presión arterial, el té blanco es útil para una amplia gama de beneficios de salud cardiovascular.

8. Mejora tu piel y previene arrugas

Si hay un efecto que deseamos todos los seres humanos es detener el envejecimiento. Hasta que la ciencia o la tecnología nos permita vivir jóvenes eternamente (o unos años más), podemos utilizar recursos que darán a nuestra piel un aspecto mucho más juvenil y retardarán la aparición de arrugas y su profundidad.

El té blanco es uno de esos recursos, por sus características oxidantes muy bien estudiadas, que protegen las células de la piel ( y también del cerebro y el hígado) de los efectos del envejecimiento. Pero también los polifenoles protegen de la acción dañina de los rayos del sol , ultravioletas A y B,  cuando es ingerido por lo menos durante 1 año.

9. Tiene un sabor muy sutil

Si todos sus beneficios para la salud no son suficientes para ti, por lo menos deberías probar el té blanco por sus propiedades fieles al proceso de elaboración. Su aroma y sabor son muy sutiles, ligeramente dulces, más aún con el segundo y tercer sorbo que al inicio.

Es ideal para probarlo con agregados como pétalos de rosa, vainilla o canela, porque potencia esos sabores sin confundirlos. No es recomendable agregarle leche porque se pierde esa sutileza. Levemente edulcorado con Stevia se convierte en una bebida muy versátil.




Fuentes: